Desde tiempos inmemoriales el ser humano se ha visto en la necesidad de encontrar soluciones para mejorar su estado de salud o de bienestar.El mundo actual con todos sus factores de riesgo ocasionan un deterioro agudo o progresivo de nuestra salud generando enfermedades crónicas o aun la muerte.
Son los hábitos alimenticios inadecuados; medio ambiente contaminado, costumbres de vida insanos, herencia, falta de medicina preventiva, estrés y angustia del mundo moderno; entre otras muchas razones; que están poniendo en jaque mate a las Entidades de Salud por el incremento desmesurado de enfermedades catastróficas. Desde el inicio de la humanidad las enfermedades han sido un problema inherente a la existencia de todo ser vivo, los virus y bacterias han arrasado millares de personas a lo largo de los años.
Es por ello, que en todas las épocas de existencia humana podemos evidenciar las diferentes opciones utilizadas para combatir este problema, y por supuesto a través del tiempo dichas opciones o alternativas han evolucionado de acuerdo a las investigaciones y avances tecnológicos; y que han estandarizado, hoy en día se conoce como medicina tradicional, o farmacológica.Sin embargo esta medicina como todo en la vida parte de una materia prima procesada a través de método químicos que proviene de la naturaleza misma. En otras palabras las posibles soluciones o correcciones de las enfermedades provienen de la naturaleza.
Como hemos explicado anteriormente, las enfermedades se encuentran permanentemente vinculadas con la existencia de todo ser vivo y por ende de toda persona, sin embargo la medicina tradicional no es la única opción, además de comprobarse que no es infalible o totalmente eficaz; está demostrado que siempre deja secuelas o efectos secundarios en el sujeto, es decir; en muchos casos el fármaco utilizado al ser específico para una patología concreta termina por afectar otra “zona” del paciente.
Entonces la pregunta que muchas personas se hacen ¿ qué hacer ?, ¿existirá otra forma de sanarme?.
Y la respuesta es sí, si existe alternativa para tratar cualquier enfermedad y es por ello que muchos la conocen como medicina alternativa, pero que yo preferiría llamarla como MEDICINA INTEGRAL, HOLÍSTICA O COMPLEMENTARIA. Este método es inclusive mucho más antiguo que la medicina tradicional y que ha sido marginada o relegada por carecer de sustento científico, cosa que en los últimos tiempos ha ido cambiando.
Este método holístico, parte del fundamento complejo del ser humano y permite una visión más general de la enfermedad, recurriendo a métodos naturales y estableciendo parámetros de interacción con en el entorno, que benefician el estado emocional y espiritual del sujeto.
Esta visión compleja, no sólo estudia al ser humano sino que brinda soluciones que parten en su mayoría con la activación de defensa inmunológica que todo ser vivo posee, y que busca anular las toxinas generadas por nuestro propio cuerpo. En otras palabras promover la activación de defensa natural y generar la segregación de sustancias benignas para que nuestro cuerpo impida la propagación de células malignas, o sustancias nocivas.
Establecer hábitos de vida como; la alimentación adecuada, ejercicios físicos, la meditación, el descanso, evitar el estrés, son algunas de las alternativas que promueve esta maravillosa estrategia médica. Cabe resaltar que no se trata de decir que la medicina tradicional es mala y la medicina alternativa es buena; el enfoque va más hacia la inserción de la segunda a nuestras vidas y lograr un nivel de salud óptimo que es lo que al fin y al cabo todos deseamos.





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